miércoles, 2 de septiembre de 2009

Lo perdí

Los primeros rayos de luz asomaron en mi ventana. Me levanto, y corriendo voy a la cocina. Cojo una cucharilla y la meto en el bote de sal, posteriormente la introduzco en mi boca. Pasó igual con el bote de azúcar, con el de miel y con el de mermelada. Probé las especias con las que mi madre condimentaba la comida, degusté chocolate, bebí un buen sorbo de café solo, sin azucar. Besé una cebolla que me hizo llorar, un melocotón de piel excesivamente suave, una manzana arrugada, era como besar a alguien mayor, una naranja de sabor amargo, un limón ácido y una fresa dulce. Salí corriendo de casa. Besé en la boca a todos los buzones, abracé una farola y acaricié la corteza de un árbol. Abracé a 6 hombres, besé en la boca a 10 mujeres y en la mejilla a otras 4.
Por aquel entonces no supe cual era el sabor que buscaba, ni donde lo habia perdido, pero tiempo mas tarde lo entendí todo. Era el sabor de tus besos! Nunca he sido capaz de saborear algo tan bueno como ello.

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